martes, 4 de marzo de 2014

Bodegón ultrasensible




La historia del arte cuenta entre sus tesoros con el género de "el bodegón". 
Una de las cimas de esta visión de las cosas, en ocasiones llamadas "naturalezas muertas", la recibimos de las manos de Caravaggio:






Otro autor imprescindible para aprender contemplar la grandeza de la vida a través de las cosas cotidianas es Chardin:



Los objetos nos acompañan, nos facilitan la vida, relatan cómo es nuestro día a día y reflejan en buena medida quiénes somos. 

El Museo Thyssen Bornemizsa de Madrid acoge estos días (hasta el 18 Mayo) una exposición individual con obras de Paul Cézanne (1839-1906). Él también trabajó mucho los bodegones:



Esta mañana me he acordado de él, de ellos, colocando los nuevos productos que van a formar parte de mi vida, al menos una temporada, hasta que sepa si soy o no -también- sensible a los químicos. Aquí os dejo mi "bodegón ultrasensible", una naturaleza muerta que huye de la muerte de la naturaleza a la que poco a poco nos está abocando la gran industria alimentaria y de la comunicación. El fascismo económico global, que no tiembla ni se doblega ante nada y ante nadie.


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